Tres de los cuatro detenidos por los altercados del sábado en Pamplona han sido enviados a prisión. Se les acusa de desórdenes públicos y terrorismo. El juez trasladará la causa a la Audiencia Nacional. Habían viajado junto con decenas de encapuchados más de 80 kilómetros, desde Rentería, en Guipúzcoa, hasta Pamplona para participar en una manifestación no autorizada que terminaba a pedradas y botellazos contra la Policía Nacional. Por el camino destrozaron un cajero automático, diverso mobiliario urbano e incendiaron varios contenedores de basura. Imágenes que recordaban a los años más duros de la violencia callejera y que han provocado el rechazo unánime de todos los partidos políticos del Consistorio.
-Redacción-