Con pelotas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua, la policía reprime con dureza y extrema violencia la marcha de la oposición que ha tomado el centro de Caracas. Pretendían llegar hasta el parlamento para iniciar un proceso para destituir a los magistrados chavistas del Tribunal Supremo que la semana pasada anularon las funciones de la Cámara. Pero junto a los agentes han irrumpido pistoleros armados chavistas motorizados que han abierto fuego contra los manifestantes que en ese momento cortaban la principal autopista de la ciudad. Nicolás Maduro culpa a la oposición de llevar la violencia a las calles. Los disturbios han terminado con un balance de 42 heridos, uno de ellos de bala, y varios detenidos. El debate para revocar a los magistrados del Supremo al final ha sido suspendido y se ha pospuesto para hoy.
-Redacción-