Hay detalles en el mundo del lujo que una experta conoce al dedillo. Lo del gato por liebre con VikkTwaar es imposible. Si el famoso Birkin de Hermés llega a sus manos sabe qué es lo que tiene que buscar. Primero el aspecto general, comprobar que es piel y oler el particular olor de un Hermés. La puntada dirá si está hecho a mano. Imprescindible mirar la calidad de las partes metálicas. Si cuesta mucho abrir el cierre, mala señal. El interior habla y mucho, la cremallera da infinidad de pistas. Además de todo esto, los códigos secretos de cada marca. Con los bolsos parece fácil dar en el clavo. Otra cosa es la joyería y relojería. Las marcas se protegen, renuevan sus códigos para poner zancadillas a los falsificadores. Lo que en París no veríamos, aquí en España no nos sorprende. Todavía son demasiados los que se paran a comprar falsificaciones. En los rankings Europeos España se sitúa en los puestos más altos de falsificación. Por ello Vestiaire Collective se suma a la campaña "Say no to fakes "para luchar contra las imitaciones.