La baronesa saborea hoy su nuevo museo en Andorra, el tercero con su apellido. Carmen Thyssen no ha cumplido su sueño, que su hijo Borja lo dirija, pero lo hará su sobrino, Guillermo Cervera, mediático y reconocido pastelero. Ubicado en la planta baja de un hotel, tiene sólo 250 metros cuadrados. Lo único que le faltaba a Andorra para ser el paraíso, y no sólo fiscal, de los Thyssen.
-Redacción-