¿Se imaginan a sus hijos celebrando las vacaciones en noviembre? ¿Otra semana libre en febrero? ¿Y así hasta cinco veces durante el curso? Los sindicatos de profesores madrileños lo acaban de poner sobre la mesa. Todo por el descanso de los alumnos. "Es mucho mejor acumular las pausas en varios días, que se produzca de verdad un descanso y retomar el proceso con más energía y motivación", confirma Isabel Galvín, del sindicato CC.OO. de Madrid. Algo parecido al modelo cántabro implantado este curso envuelto en la polémica sobre la conciliación. También proponen la medida que estudia Castilla León: que las vacaciones de marzo-abril no se ajusten a las fiestas religiosas. "El calendario escolar debe atender a un criterio pedagógico", advierte Isabel Madruga, del sindicato CSIF. Aunque aquí se han topado con una Junta, defensora de que la Semana Santa no es momento para dar clases.
-Redacción-