Si tenemos en cuenta que el 90% de la información que recibimos para la toma de decisiones es a través de los ojos y que, en carretera, tomamos unas 15 decisiones por cada kilómetro recorrido, un problema visual no resuelto puede poner en riesgo la vida del conductor. Alguien con mala visión triplica el número de accidente y hay siete millones de personas que tienen, por lo menos, una deficiencia visual que afecta a la conducción.
-Redacción-