Forma parte de la propia familia. El teléfono móvil ha cambiado por completo las relaciones entre padres e hijos. En los últimos años, según el CIS, se ha convertido en una de las 4 mayores causas de discusión familiar. Pero qué hacer para evitar problemas. Los expertos recomiendan, pactar el tiempo de uso, restricciones en según qué situaciones y sobre todo supervisión. Pero para muchos padres es imposible no ceder ante la presión. A partir de los 13 ó 14 años y en función de la madurez del niño, es la edad recomendada para que tengan su móvil, es una buena herramienta de socialización, aunque con restricciones.