Un solo atacante suicida con vínculos con grupos islamistas sería presuntamente el autor de la matanza de San Petersburgo. Según medios locales rusos, esta es la nueva línea de investigación abierta por la policía tras analizar los restos encontrados en el escenario. El responsable sería de un joven de 23 años, procedente de Asia Central, que dejó una mochila con explosivos en el interior del vagón antes de que se cerraran sus puertas. Y sería el mismo que dejó horas antes en otra estación una segunda bomba disimulada como un extintor de incendios que no explotó y que ha sido desactivada. Esta hipótesis no está confirmada y hay que esperar a los exámenes de ADN que se están realizando. No se descarta nada y la otra línea de investigación sigue abierta, la de que fue un ataque coordinado por dos sospechosos que las autoridades siguen buscando. De momento, la acción no ha sido reivindicada por ninguna organización y en el caso de confirmarse que detrás está el DAESH, sería un golpe a Rusia después de las continuas amenazas yihadistas tras sus bombardeos en Siria.
-Redacción-