La procesión de las palmas se celebra cada Domingo de Ramos en Filipinas y con ella se da por comenzada la Semana Santa. Miles de personas se aglutinan en las calles con hojas de palma benditas, una tradición transmitida de generación en generación en Filipinas. Tras la misa, los filipinos cuelgan las palmas fuera de sus casas con la creencia de que alejará espíritus malignos. En el país asiático ocho de cada 10 habitantes son católicos por lo que esta semana es una de las más esperadas para los fieles.
-Redacción-