Descontrol, excesos y mucho alcohol. Vuelve la temporada de bodas y con ella las despedidas de soltero. La calle se convierte en una barra libre de fiesta con el deambular de novios y novias a las que les tienen preparadas todo tipo de sorpresas. Son muchos los ayuntamientos que han regulado este tipo de celebraciones. Hasta hace un año el de Salamanca multaba con hasta tres mil euros los disfraces ofensivos e ir semidesnudo. Ahora, un recurso de Ganemos ha hecho que Tribunal de Justicia de Castilla y León tumbe esa ordenanza.