De reprente, público y nazarenos huyen hacia los laterales de la procesión. En manos de la Policía, un víedo grabado en la Plaza del Triunfo. Se ve cómo se desencadena una de las avalanchas. Vídeos que podrían desmontar la tesis de que fueron hechos aislados. Los agentes no descartan una acción coordinada. El alcalde no quiere que los incidentes queden indemnes, como en la Madrugá del 2000. Esa vez, las estampidas provocaron 200 heridos. Esta tarde, reunión con las cofradías para establecer un protocolo de seguridad. Encima de la mesa, la prohibición del consumo de alcohol durante las procesiones. Mientras, rezos para los dos heridos graves que siguen en el hospital. Un exjuez de Sevilla se ofrece para representar a los damnificados. Más de 20 afectados, que sufrieron destrozos en túnicas y en instrumentos musicales, ya se han puesto en contacto con él.