En tan sólo unos minutos el fuego se extendió sin piedad arrasando con todo lo que encontraba a su paso. 130 chabolas de este asentamiento quedaron reducidas a cenizas. Entre ellas la de Cámara este mauritano que ha visto cómo se esfumaban sus sueños y sus recursos. En esta ciudad levantada con sus propias manos llegan a vivir 1000 inmigrantes en temporada alta. Llegó de Senegal hace mes y medio y lo ha perdido todo. Él y casi 200 inmigrantes más, la mayoría senegaleses, se han quedado sin nada. Todos tendrán que empezar otra vez de cero.