Era madrugada cuando los cinco tripulantes (el patrón y cuatro marineros, dos padres y sus dos hijos) del "Nuevo Marcos" volvían a casa después de la descarga. La embarcación se empotraba entonces con una batea de la zona. Ocurría en la ría de Pontevedra. Uno de los marineros consiguió llegar a tierra después de nadar más de una hora y dar la voz de alarma. Solo pudieron rescatar a un marinero con vida. Fallecían los dos padres y el patrón. El barco ya había sufrido otros dos naufragios hace diez años pero sin consecuencias trágicas.
-Redacción-