Sin apenas luz y con el aire viciado por el anhídrido carbónico, Xisco Gràcia ha pasado 60 horas en una cueva. Un tiempo que a él se le hizo eterno, creyó que habían pasado cinco días y llegó a temer por su vida. Pero gracias a un equipo de casi un centenar de personas Xisco pudo ser rescatado a tiempo. Después de pasar la noche en observación, ya ha sido dado de alta.
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