Calidad e innovación es lo que buscan los consumidores para llenar su cesta de la compra. Productos novedosos que se centran en la alimentación, que cada vez dan más importancia al cuidado de la salud y que elaboran casi en su totalidad las marcas de fabricantes. Este año el nivel de innovación ha crecido, pero sigue siendo un 16% más bajo que en el año 2010 y cada vez menos protagonizado por compañías españolas. El sector achaca esta situación a la escasa apuesta de algunos supermercados por los nuevos productos, lo que impide que lleguen a ser conocidos por los consumidores. Y advierten, de la innovación en el gran consumo, dependen 20.000 puestos de trabajo y 3.000 millones de euros anuales.
