Los estibadores de todos los puertos españoles están en alerta. Un día después de que el Congreso convalidase el decreto para liberalizar el trabajo en los puertos, los ánimos están caldeados. El Gobierno no ha garantizado por ley su principal reivindicación, la permanencia en sus puestos de trabajo., que deja en manos de la negociación de los estibadores con los empresarios. El futuro de 6.000 trabajadores del sector de la estiba depende de esas negociaciones. El lunes se reunirán con la patronal, pero mantienen la convocatoria de huelga para el miércoles. De lunes a miércoles, 48 horas; es el margen que tienen para conseguir lo que no han podido lograr en más de tres meses de negociación. Si no hay acuerdo, se avecinan ocho días de huelga alternos con paradas de las mercancías en los puertos.
-Redacción-
