El viernes pasado, Fabián contempló desde el balcón de su casa cómo la policía venía a echarles a él y a su madre enferma de alzheimer. El desahucio quedó aplazado un mes y mientras Fabián continúa su lucha en los juzgados. Ha ido a ratificar una denuncia de su madre contra el mayor usurero de España, según la policía.
Antonio Arroyo les concedió un préstamo con intereses del 29% para un bar familiar. No les dio todo el dinero ni les permitió devolverle lo prestado. Hoy están a punto de tenerse que ir de su casa a otra de alquiler social. Otra víctima logró sentar a Arroyo en el banquillo la semana pasada, pero salió absuelto por haber prescrito el delito. Tiene 50 denuncias por estafa en los juzgados.
-Redacción-