Una vez se ha hecho con la victoria, Pedro Sánchez tiene por delante un reto fundamental: unir al partido. Y es ahí donde se le abren varios frentes. El primero, el congreso de junio, sin control sobre los delegados y con una ponencia marco que no es suya, sino de la gestora. El segundo está en el poder territorial, hasta ahora alineado con Susana Díaz. El tercero está en el Congreso de los Diputados, donde no tiene escaño ni poder sobre la mayoría de los 85 diputados. Sólo unos 20 son claramente 'pedristas'.
-Redacción-