Un simple despiste, unos segundos sin mirar y se produce la desgracia. "Nunca perder de vista a un menor en ningún momento y bajo ningún concepto. Siempre debe haber un adulto responsable cerca vigilándole", advierte Ana Domínguez, representante de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Mensaje directo para los padres pero también para una sociedad poco concienciada. El año pasado se ahogaron 437 personas en playas, ríos y piscinas. 14 de ellas tenían menos de 6 años. "Echamos de menos campañas desde la Administración encaminadas a prevenir las muertes por ahogamiento", critican desde la Federación. Este año en estos dos últimos meses han muerto cinco pequeños; ninguno pasaba de los 4 años. Es imprescindible leer las normas de seguridad o también pueden entrenar a sus bebés para defenderse en el agua. Perdieron a su primer hijo ahogado y al segundo le enseñaron a mantenerse a flote y sobrevivir.
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