La frase "No hables con extraños" ha perdido sentido... a golpe de likes, seguidores, retuits o amigos. Muchos son los que tienen perfiles abiertos o cuentas públicas. Adolescentes con las puertas abiertas de par en par, perfiles abiertos o cuentas públicas, en busca de su sitio en el mundo digital. "Es un factor de prestigio social, de poder social. Existo si lo comparto con otro. No se dan cuenta de que es un medio público, de que pierden el control de eso que están colgando. Ya deja de ser suyo y es de todos", explica Guillermo Fouce, psicólogo. Su vida privada se desvanece en la red cuando un 22% añade a desconocidos, un 30% comparte información personal y hasta un 40% llega a conocer personalmente a un contacto. Luego llegan las desagradables y peligrosas sorpresas: acoso, abusos, chantajes, sexting... Normal que los padres estén asustados. Piden una educación basada en la nueva frase: "No agregues a extraños".