Ni el calor, ni el multitudinario recibimiento, ni tampoco el retraso en la hora de salida han hecho mella en las miles de personas que han acompañado el traslado de la virgen de los desamparados desde la basílica que lleva su nombre hasta la catedral de Valencia. Una tradición que este año ha contado con un incidente, ya que se ha descolgado una de las puertas de la basílica, afortunadamente sin causar daños personales.
-Redacción-