En su gira internacional por Arabia Saudí estamos viendo a un Donald Trump distinto, mucho más comedido de lo que estamos acostumbrados. Es tanta la relajación que afecta también a los miembros de su propio equipo. Así, completamente dormido se ha quedado su secretario de Comercio, el multimillonario Wilbur Ross, mientras el magnate se dirigía a los líderes de los países musulmanes. Antes de viajar a Israel, Trump se ha mostrado muy conciliador con el mundo árabe y les ha pedido que combatan el extremismo religioso.
-Redacción-