La lucha contra el terrorismo está muy presente el cumbre de los siete grandes, del G7, que ha comenzado hoy en Taormina, en la isla italiana de Sicilia. Es la primera cumbre a la que asiste el presidente Donald Trump y donde ya han empezado a surgir las diferencias con sus aliados. Esta bien podría ser la cumbre de Estados Unidos contra el resto del mundo. Y la del resto del mundo intentando convencer a Donald Trump de que arrime posiciones. La escena de la canciller Angela Merkel cuchicheando con Trump quizás represente un primer acercamiento entre el presidente de EEUU y "los malos alemanes", como aseguran que llegó a calficarlos en privado. La balanza comercial con Alemania es desfavorable para Estados Unidos. Y eso no le gusta nada al adalid del nuevo proteccionismo. Así que los líderes de las democracias más industrializadas del mundo deben ahora esforzarse en convencer a Trump de que respete los acuerdos de libre comercio. De que no abandone el acuerdo de París sobre el cambio climático. Y de unificar posturas sobre la inmigración, con un Trump firme defensor de cerrar fronteras. Las fricciones en el seno del G7 se vueven todo cordialidad en el encuentro de sus acompañantes. Un paseo en helicóptero por Sicilia con parada en Catania hace que todo resulte más fácil.
-Redacción-
