El ataque con piedras y botellas a uno de los autocares que trasladaba aficionados del Real Madrid y el paso de los hinchas blancos demasiado cerca de un grupo exaltado de colchoneros encendieron la mecha. Cargó la Policía a golpe de porra y los rojiblancos respondieron con botellas. Impactaban contra el suelo y contra la cabeza de aficionados, provocando cortes y contusiones. 25 heridos en total, seis de ellos policías, un agente con nueve puntos en el muslo. Hay un detenido por atentado a la autoridad. Otro grupo de agentes, rodeados, apiñados en el portal de un garaje protegen a un menor de edad de los botellazos de los violentos. Otro equipo policial tuvo que auxiliarlos en la repetición de un lamentable espectáculo que poco tiene ya que ver con el fútbol.
-Redacción-