Siete menos cuarto de la mañana. Hay sueño, pero la ilusión intacta. Perfectamente equipados, con camisetas, chapelas, banderas, pintados, en busca de un sueño. No faltan provisiones para que 25000 seguidores del Alavés se desplacen a Madrid en una legión de autobuses. Algunos, más osados, como se han desplazado en bicicleta, porque si no pensáramos que íbamos a ganar. También han madrugado los aficionados del Barcelona. Muchos viajan en autobús. Y tendrán tiempo en el camino para recuperarse del madrugón. Otros han elegido el tren como medio de transporte con destino Atocha. También viajan equipados con camisetas y banderas y animados en busca del único título de la temporada.
-Redacción-