Fue desde aquí donde el líder de los yihadistas, Abu Bakr al Baghdadi, se proclamó el califa, el gobernante sobre los territorios que entonces dominaba el Daesh en Siria e Irak. Sucedía hace tres años y desde este miércoles el templo, la famosa mezquita al Nuri de Mosul, ha quedado reducida a escombros. Los terroristas lo confirmaban en un comunicado y culpaban a las fuerzas estadounidenses. Pero han sido ellos lo que han hecho saltar por los aires la historia. La destrucción se produce en el cuarto día de asedio de las fuerzas iraquíes, apoyadas por Estados Unidos, de esta zona.
-Redacción-