Miles de detenidos, la mayor parte en Moscú y San Petersburgo, en las marchas contra la corrupción gubernamental convocadas por el opositor Alexei Navalni. Manifestaciones en las que él no ha podido participar porque fue arrestado al salir de su domicilio y ha sido condenado a 30 días de cárcel. A pesar de ello, se ha mostrado sonriente: "Estoy orgulloso de ser parte de este movimiento de valientes, de gente maravillosa". Ajeno a lo que ocurría en las calles y mientras sus policías llenaban furgones con detenidos, el presidente Vladimir Putin celebraba el día de Rusia dando a un grupo de adolescentes sus primeros pasaportes. Miles de personas han coreado consignas en contra de Putin. Su respuesta: poner en la calle a cientos de policías, antidisturbios y hasta militares para reprimir una manifestación que no había sido autorizada.
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