Tapando su rostro y acabado el registro salía detenido el padre de Álvaro Gijón. Señalados él y su otro hijo por presuntamente haber ayudado al concejal mallorquín a blanquear comisiones. La familia implicada en las mordidas procedentes de un supuesto amaño del contrato para el servicio de aparcamiento de Mallorca. El cerco sobre Gijón es total, no solo por este caso, también al verse salpicado en una de las mayores tramas de corrupción que se recuerdan en la isla: el imperio nocturno de Bartolomé Cursach. Policías y políticos a sueldo del empresario para ayudarle a mantener su hegemonía en la isla, a los que a cambio agasajaba con barra libre de fiestas y sobre todo de prostitución. Entre los obsequiados estaría Alvaro Gijón. Siempre ha negado todo, la fiestas, el consumo de drogas y ahora el cobro de comisiones ilegales.
-Redacción-