Llamas rojas, intensas. Es la estampa que se ha podido ver en más de 20 incendios al oeste de Estados Unidos. El más grande en el estado de Utah, donde el fuego ha borrado del mapa más de 17mil hectáreas. Casas rodeadas por las llamas, proyectos de vida reducidos a cenizas. La fuerza del fuego ha echado un pulso a los más de 1.200 bomberos que luchan por tierra plantándole cara a una erupción constante. En Arizona, otro estado muy castigado, se intenta apagar las llamas desde el aire. Mientras en Michigan no ha sido la fuerza del fuego sino la lluvia la que ha truncado los planes. Un Pacífico muy revuelto ha sacudido la costa de Valparaíso. El mar chileno ha despertado con inusuales olas causadas que han dejado hogares totalmente inundados. Una vehemencia incontrolada de la naturaleza.
-Redacción-
