Ya es un hecho: la mayoría parlamentaria no le quiere, pero él, el ministro de Hacienda le quita toda importancia. Todas las comunidades gobernadas por el PSOE, más Cataluña y Cantabria, le han plantado cara en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que el Gobierno ha tenido que recurrir a su voto de calidad para imponer su propuesta: las comunidades deberán reducir el déficit al 0,3 % el año que viene. Se le avecina también una dura batalla legislativa para sacar adelante el techo de gasto. Ciudadanos se ha levantado de la mesa de negociación y reclama rebajas de impuestos. El PSOE de Pedro Sánchez, beligerante, no parece que vaya a dar su voto al techo de gasto de 2018. Límite de gasto que será aprobado en un consejo de ministros extraordinario el lunes y que podría subir un 1,3 %, hasta los 119.800 millones de euros.
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