Varios días lleva Mariano Rajoy preparando su declaración como testigo. El presidente, sin agenda desde el viernes, mantiene reuniones con abogados del PP, ante un interrogatorio en el que le preguntarán por los contratos con la trama del 99 a 2005, por las campañas de esos años, y aunque fuera de causa, por los papeles de Bárcenas. En su entorno el mensaje es de tranquilidad y normalidad, pero en la oposición sí consideran necesaria esta declaración.
-Redacción-