La sentencia es clara y para muchos, polémica: absuelta de un delito de violencia doméstica la madre coruñesa que dio una bofetada a su hijo de 11 años.
Vázquez Taín reconoce en el menor el 'síndrome del emperador o del pequeño dictador': niños carentes de empatía que se convierten en auténticos tiranos y tienen atemorizada a toda la familia. El juez dice que el denunciante, que puso la denuncia gracias al apoyo de su padre, buscaba humillar y despreciar a la madre y que ella, de no frenarlo, fomentaría esa actitud agresiva de su hijo con otras personas.
La sentencia se ampara en el Código Civil, que mantiene la obligación de los padres de formar y educar, por lo que sobreentiende que tiene que dárseles algún tipo de potestad para corregir y moderar a los hijos. Es en este limbo legal en donde surgen opiniones diversas.
El menor sorprendió durante el juicio, dice Taín, por su frialdad y asumía tranquilamente las consecuencias que podría tener una condena penal para su madre. Este tipo de trastornos del comportamiento son cada vez más frecuentes, y, se dan, sobretodo, en familias de clase media-alta, padres separados o divorciados que colman a sus hijos de todo tipo de bienes materiales y los utilizan, a veces, como arma arrojadiza contra su ex.
