El dolor ha enmudecido a los vecinos de Tarifa por la trágica muerte de Mariluz, la joven de 33 años que no pudo superar las graves quemaduras que sufrió en prácticamente todo su cuerpo. Una deflagración en un transformador eléctrico originó una llamarada que salió por una rejilla de ventilación. La lengua de fuego envolvió a Mariluz y a siete compañeros que cenaban antes de comenzar su turno. Este tipo de transformadores pasan una revisión cada tres años, y éste se inspeccionó en 2015. La compañía eléctrica, que investiga lo sucedido, asegura que es algo excepcional, sobre todo por la duración de llama, que fue de segundos. Seis personas continúan graves, entre ellos el hermano de la fallecida. Preocupa especialmente la evolución de una mujer que tiene quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo.
-Redacción-