Estaba haciendo horas extra el jueves por la noche cuando los 5 yihadistas arrollaron a una compañera en un control, y después a varios transeúntes, formaba parte de los efectivos de refuerzo que habitualmente se montan en el litoral de la costa. Acostumbrado a patrullar en fiestas patronales y grandes eventos, pero formado en la Legión, una de las unidades de élite del Ejército español, su reacción posiblemente evitó un mal mucho mayor. En cuanto los yihadistas se bajaron del vehículo cuchillo en mano, el mosso no dudó en dispararles al valorar la gravedad de la situación, y el riesgo para más vidas que suponía. Él es uno de los héroes de la noche de Cambrils. En uno de los vídeos del horror que se vivió la noche del jueves llama también la atención otro hombre: pantalones de cuadros, polo azul y totalmente desprotegido. Se mueve con una extraña soltura para tratarse de un ciudadano cualquiera. Este Policía Local de Valls, un minucipio a 40 km de Cambrils, no estaba de servicio aquella noche. Estaba de vacaciones, tomando un helado en una heladería con su mujer y su hija, cuando vio a un hombre correr y no dudó en intervenir. Su participación ayudó a que los Mossos consiguiesen localizar al terrorista huido, y lo abatieran con disparos cuando se negó a obedecerlos.
Son héroes que no quisieran haberlo sido en esta situación, que no reparan en sus popias circunstancias, pero su colaboración, a posteriori, resulta imprescindible.
-Redacción-