La petición de justicia por su muerte fue un clamor popular. Nadie se explicaba por qué ningún juzgado estaba investigando los malos tratos a Sara ya denunciados. Hoy se conocen las respuestas, difíciles de aceptar. El día 12 de julio un médico dio la voz de alarma; el 14 de julio el caso llega al Juzgado de Violencia sobre la Mujer; el día 20 la madre niega sufrir malos tratos en casa y hasta cinco días después un juez no decide que los de la hija sí deben investigarse. Pasan 10 días más hasta que el caso llega al juzgado adecuado; lo hace tarde, por caídas en el sistema informático, alegan. Es ya 3 de agosto, justo el día en que la niña entra en el hospital en parada cardiorrespiratoria. La niña muere tras 22 días de líos burocráticos que resultaron mortales.
-Redacción-