Chorros de agua para espantar a los "okupas". Ha sucedido en el Raval, los vecinos de la calle Riereta tienen miedo a que su hogar convertido en narcovivienda. Un desconocido intenta colarse en un bajo del inmueble y desde un piso le tiran agua y gritan para asustarlo. En el Raval no aguantan más y han decidido luchar contra la plaga de viviendas "okupadas". El aumento de pisos "okupados" para la venta de droga ha sembrado el pánico. El miedo y la decadencia se apoderan del Raval. Los vecinos no quieren convivir con la venta de droga. Sus protestas suenan cada noche con la percusión de las caceroladaS. Ellos quieren quedarse y es la droga la que tiene que irse. No piensan parar hasta solucionar el problema, su lucha sigue.