48 horas ha tardado el presidente de Estados Unidos en condenar la violencia racista en Charlottsville de este pasado fin de semana, que causó 3 muertos y decenas de heridos. En un primer momento Donald Trump se limitó a hacer una tibia mención contra la violencia en general. La ola de protestas contra él ha sido tan dura que esta misma tarde ha tenido que comparecer y hacer una declaración: en menos de cinco minutos ha condenado y equiparado a los supremacistas blancos con el ku klux klan y los neonazis.