El soplete no descansa, en los últimos años han duplicado sus ventas. Toda una nave repleta de bolardos y elementos urbanos de seguridad. Elementos que son capaces de parar un camión de siete toneladas a 60 kilómetros por hora. Sevilla, Palma, Alicante o Madrid ya los han instalados tras los atentados. El sector ha crecido un 30 por ciento a nivel mundial y países como Alemania han multiplicado por 300 sus pedidos. Estas soluciones de seguridad son un método disuasorio para evitar ataques, aunque sólo son capaces de proteger zonas muy determinadas.
-Redacción-