Llega a España una de las tradiciones internacionales más divertidas o angustiosas, según se mire. Se trata de un laberinto gigante, instalado en un maizal en Ozaeta (en Álava). Un recorrido entre plantas de dos metros que no es nada fácil. Uno sabe cuando entra pero nunca cuándo saldrá.
-Redacción-