En este puente, por el que pasan las vías del tren que cubre la línea Madrid-Extremadura, jugaba un grupo de cuatro niños. Intentaban fotografiar el tren desde cerca. Al escuchar la llegada del convoy, todos salieron corriendo. Todos menos uno que quedó atrás, en un tramo vallado que fue incapaz de saltar y le dejó sin salida. El pequeño fue arrollado. Aunque los gritos de sus amigos alertaron a los trabajadores de una empresa cercana, nada pudieron hacer para salvarle la vida. Consternación ahora entre unos vecinos que ya habían advertido de lo peligroso del lugar.
-Redacción-