Se acerca a tierra una moto de agua y, de repente, dos jóvenes se tiran del vehículo y el conductor desaparece a toda velocidad. No es un juego, es el último medio de transporte de la inmigración ilegal. Menores mojados y desorientados que acaban de conseguir su sueño. Las mafias cobran unos 4.000 euros por cruzar el estrecho en moto acuática. Una imagen que se repite cada vez más. En todo el año pasado lo hicieron 15 personas, y en 2017 ya lo han hecho más de 120.
-Redacción-