Nos pesan los párpados, intentamos luchar contra el cansancio, pero llegamos a bostezar. Y así 6 de cada 10 conductores se han quedado peligrosamente dormidos al volante. "Son micromomentos de desconexión, microsueños que se producen durante la conducción y de los que solo somos conscientes una vez que han pasado", advierte Manuel González, médico de atención primaria. Segundos en los que podemos perder el control del vehículo. Al año mueren unas 160 personas en accidentes causados por la somnolencia. "Si uno va bebido puede tener algo de capacidad de reacción, si va a mucha velocidad, también, pero si te has dormido ni hay capacidad de reacción ni en absoluto control sobre el vehículo. Por eso el accidente por sueño es el más fatal que se puede producir", asegura Luis Montoro, presidente de la Fundación española para la Seguridad Vial. Descansar cada dos horas y tomar refrescos o café para despejarse nos llevarán hasta nuestro destino bien despiertos.
