La tierra continúa ardiendo en California en la ola de incendios más devastadora de su historia. Al menos 36 han fallecido desde que comenzó el fuego hace seis días al norte del estado. Los edificios calcinados se cuentan por miles y las llamas han devorado 77 mil hectáreas. La cifra de fallecidos puede aumentar porque más de 200 personas continúan sin aparecer. Años de sequía, el calor y los fuertes vientos han provocado las condiciones perfectas para la propagación del fuego sin control, una situación de la que los expertos llevaban años avisando. Más de 9 mil bomberos con aviones cisterna, helicópteros y más de mil camiones siguen luchando para contener el incendio más destructivo y mortífero en la historia de California. En las últimas 24 horas, han llegado refuerzos de una decena de estados y de otros países como Canadá y Australia. Dos de los incendios más grandes continúan activos en los condados de Napa y Sonoma.