El rostro de los jugadores a su llegada a Sevilla muestra el ánimo del grupo tras la contundente derrota ante el Spartak de Moscú por 5-1. El silencio y las caras mirando al suelo han sido las notas dominantes en la salida de los jugadores del aeropuerto de Sevilla. Los resultados hablan por sí solos, y es que al Sevilla no le ha sentado bien el parón de selecciones. Antes de los compromisos internacionales, el club hispalense era segundo en la tabla con una única derrota en su haber. Sin embargo, la vuelta a la competición por clubes ha dejado dos derrotas a priori inesperadas: primero contra un Athletic de Bilbao en horas bajas y después la sufrida anoche contra el campeón de la liga rusa. El siguiente paso del equipo de Berizzo no es otro que el Valencia, que está siendo el equipo revelación de La Liga. Un reto que invita al Sevilla a dar un paso adelante si no quiere repetir una actuación como la mostrada en Rusia.
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