La última vez que pagamos la luz tan cara, el 25 de enero de este año, estábamos atravesando una ola de frio intenso, pero este lunes, entre las siete y las ocho de la tarde, el precio de la electricidad superó los 182 euros por megavatio, el máximo anual registrado, sin que se produjera, aparentemente, una circunstancia excepcional. Por eso la Comisión de Competencia ha anunciado hoy que ya está investigando qué pudo suceder. La explicación es que se disparó una parte de la factura porque Red Eléctrica, el gestor del sistema, tuvo que comprar energía extra para ajustar la oferta y la demanda, y ayer ese colchón de seguridad fue muy caro, porque todas las ofertas eran inusualmente altas. El ministerio de Energía ha calificado esta subida como "puntual y anómala", pero lo cierto es que la sequía y la falta de viento están provocando que haya que recurrir, cada vez más, a las centrales de gas natural, la tecnología más cara para producir electricidad