Es la crónica de la caída anunciada. El BOE lo ha publicado de inmediato y el propio Juan Ignacio Zoido, a través de twitter, lo anunciaba: que asumen competencias "para velar por la legalidad" y que cesan al mayor Trapero por su situación judicial. El hasta ahora máximo responsable policial de los Mossos está siendo investigado por sedición por los altercados en las concentraciones del pasado 20 y 21 de septiembre frente al departamento de Economía. Un encausamiento por el que, de momento, tiene decretadas medidas cautelares. Junto a él, ya antes cesados, el secretario general de Interior, César Puig, y el director general de la policía catalana, Pere Soler, que anoche se despedía de los agentes por carta. Para sustituir al Mayor de los Mossos, el elegido es también miembro del cuerpo. De hecho, su número 2, el actual comisario superior de Coordinación Territorial, Ferrán López, al que vimos acompañando a Trapero en sus comparecencias en la Audiencia Nacional. El director general se deja vacante, no así el nuevo secretario general de Interior, que será el balear Juan Antonio Puigserver, secretario general técnico del Ministerio. De momento, no habrá más cambios. Dependerá, dice textualmente Interior, de los acontecimientos y de la lealtad a la Constitución y al Estatut que manifiesten los distintos cargos del Departamento. El ministro culmina así el control de la Consejería de Interior, crucial para organizar también las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre. Una decisión enmarcada en la puesta en marcha del 155 y motivada también tras la actuación laxa de los Mossos durante el referéndum inconstitucional del 1 de octubre.
