Disfrazarse de los políticos del momento es casi una tradición en la noche de Halloween. Si el año pasado la noche del 31 de octubre era el ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el preferido, este año no podía ser otro que el presidente cesado de la Generalitat de Cataluña. El disfraz de Carles Puigdemont ha sido uno de los más demandados para la noche más terrorífica del año. Para asemejarse a él no pueden faltar la peluca, sus características gafas y la bandera estelada.