El mismo combate entre la propaganda independentista y la democracia española se ha trasladado esta tarde al Senado, donde se ha producido un intercambio dialéctico entre el senador secesionista Josep LLuis Cleríes y el ministro de Justicia, Rafael Catalá. La insistencia del independentismo va a ser machacona hasta las elecciones del 21-D. Su mensaje no se centra en defender su gestión, ni siquiera en la independencia, sino en acusar a España de no ser una democracia.
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