Cualquier resultado fue posible en el Sánchez Pizjuán hasta el último minuto. El Sevilla logró los tres puntos ante un Celta esforzado en un partido marcado por las decisiones del árbitro. En rueda de prensa tras el encuentro, el entrenador del Celta de Vigo, Juan Carlos Unzué, evitó hablar del colegiado y explicó que la clave del encuentro fue la falta de acierto. "Es la única razón por la que puedo estar enfadado, que en cierta manera es determinante, hasta ahora hemos sido un equipo capaz de crear bastantes ocasiones en los partidos, me cuesta recordar partidos donde hayamos tenido tres o cuatro tan claras y no haberlas metido". Por su parte, el técnico del Sevilla, Eduardo Berizzo, reconoció que el juego del equipo no fue perfecto, pero destacó la insistencia en el ataque de los suyos. "La ansiedad del 0-1 nos llevó a jugar más deprisa que lo que el partido necesitaba, pero después creo que nuestro ataque no era malo, pero era precipitado".
-Redacción-