Las personas mayores son las víctimas más habituales de estos delincuentes. Más confiados, con menos capacidad de reacción y, además, les cuesta más retener las características de los agresores a la hora de poner la denuncia. Unas ventajas con las que quieren acabar los Mossos d'Esquadra. En un taller, esta vez como público y con un toque de humor, los mayores han asistido a una amena jornada de información. Sobre el escenario se representaban escenas del día a día que acaban, sin que ellos se den cuenta, con un robo: estafas domiciliarias con un falso revisor de agua o de luz, descuidos en el mercado, maniobras de distracción, etc. Algunos consejos para evitar sustos que, desgraciadamente, se repiten también fuera del escenario.